
Dónde se filmó Sliver (Acosada)
Sliver
Año: 1993
País: EE.UU.
<p>Carly Norris, editora de una importante editorial, se muda a un moderno rascacielos de Nueva York, apodado por los lugareños "El Shchepka". Consiguió el apartamento después de que la misteriosa residente anterior, Naomi Singer, se cayera por el balcón en misteriosas circunstancias. Pronto Carly se entera de que en esta casa hubo asesinatos en serie de mujeres, y la policía sospecha que el criminal aún vive entre los inquilinos. La localización principal fue un rascacielos de la avenida Madison de Manhattan, que se correspondía plenamente con el concepto de la casa en la película Complejo residencial ultramoderno con vigilancia de alta tecnología.<br /> <br /> El drama criminal se rodó en Estados Unidos, principalmente en Nueva York. La localización principal fue un rascacielos de 32 plantas en la avenida Madison de Manhattan, que se correspondía plenamente con el concepto de la película: la trama requería un complejo residencial ultramoderno con vigilancia de alta tecnología. El productor Robert Evans alquiló especialmente un apartamento dúplex en la planta 24 con vistas panorámicas del Empire State Building, el Chrysler Building y el East River, que reflejaba a la perfección el ambiente urbano de la película. La ubicación cerca del puente de hierro fundido de Central Park se utilizó en la película como lugar de encuentro y paseo de los personajes, así como para seguir al protagonista. Otras localizaciones son: La Biblioteca Pública de Nueva York, una tienda en la Quinta Avenida y la calle 38, y un gimnasio en la calle 42 Este de Manhattan. </p>
Si tienes sugerencias para mejorar la información sobre los lugares, puedes hacerlas utilizando la función de edición.
Lugares
En el escaparate de una tienda de electrónica
En la película
Escena donde Carly y Zeke miran sus reflejos en los televisores del escaparate de una tienda de electrónica. Después de ir al gimnasio, van a comer algo y por el camino pasan por delante de una tienda de electrónica con muchos televisores en el escaparate. Se ven en las pantallas y en ese momento Zeke coquetea con Carly, preguntándole si es demasiado mayor para ella. La escena sigue revelando sus interacciones juguetonas y ligeramente provocativas, y muestra lo rápido que empieza a desarrollarse su relación.
En la realidad
La escena fue filmada en una tienda de electrónica en la Quinta Avenida y la calle 38 de Manhattan. El barrio está repleto de edificios de oficinas, tiendas de electrónica y locales comerciales, lo que proporciona el telón de fondo urbano perfecto para la escena con Zeke y Carly. Las fachadas reflectantes de los edificios, los escaparates con televisores conectados a cámaras que emiten imágenes delante de esos mismos escaparates, simbolizan literalmente el constante espionaje de los habitantes de la metrópoli entre sí.
Biblioteca
En la película
Escena donde «Carly busca información sobre muertes y asesinatos en la casa donde ha comprado un nuevo apartamento. Carly hojea las hemerotecas digitalizadas sobre la casa. En la pantalla del ordenador aparecen secuencialmente artículos sobre incidentes trágicos: caídas y suicidios en la casa. Carly se da cuenta de que varias personas han muerto en la casa en extrañas circunstancias, y la cobertura de prensa se refiere al rascacielos como una casa asesina, y subraya que las muertes se produjeron en extrañas circunstancias que la policía no ha podido investigar a fondo. Esta escena se convierte en clave para que Carly comprenda el peligro que existe en la casa donde ahora vive. »
En la realidad
La escena fue filmada en la Biblioteca Pública de Nueva York, en la Quinta Avenida. En la década de 1990, era uno de los pocos lugares de Estados Unidos con un sistema avanzado de digitalización de hemerotecas históricas. La biblioteca creó un proyecto de digitalización a gran escala de sus fondos hemerográficos, que incluía miles de volúmenes de periódicos y revistas digitalizados en alta calidad: técnicamente, esto permitía pasar rápidamente de una versión electrónica de los periódicos a otra mediante terminales informáticos especiales. Un sistema único desarrollado por la biblioteca permitió recuperar al instante materiales de archivo de las cámaras subterráneas y digitalizarlos. Por este motivo, la Biblioteca Pública de Nueva York fue el lugar elegido para rodar esta escena: ofrecía la capacidad técnica necesaria para filmarla.