
Dónde se filmó Vysotsky. Thank You for Being Alive
Высоцкий. Спасибо, что живой
Año: 2011
País: Bielorrusia, Rusia, Uzbekistán
<p>Muchos episodios de la película biográfica dedicada al último año de vida del famoso poeta y artista Vladimir Vysotsky se rodaron en Samarcanda y Bujará. La elección de estos lugares para el rodaje no fue ni mucho menos casual. La trama de la película abarca los acontecimientos de 1979, cuando Vysotsky ofreció conciertos en Uzbekistán. El artista mantenía una cálida relación con esta república, visitó repetidamente Samarcanda, Tashkent y Bujará, y también dedicó varias de sus canciones a la ciudad de Zarafshan, un popular destino turístico. Para la película se utilizaron diversas localizaciones. En particular, en la Casa de la Cultura de Bujará recrearon el concierto de Vysotsky, que tendría lugar en julio de 1979. Esta escena se convirtió en una de las escenas clave de la película. También se rodaron varias escenas en Brest, en el suroeste de Bielorrusia.</p>
Si tienes sugerencias para mejorar la información sobre los lugares, puedes hacerlas utilizando la función de edición.
Lugares
Bazar
En la película
Escena donde La compañía de artistas decide ir al bazar local, donde reina el ambiente animado y colorista del mercado oriental. Kulagin, fascinado por la variedad de artículos, encuentra una magnífica alfombra, que inmediatamente decide comprar. Todos los miembros del grupo disfrutan de un paseo por el bazar, mirando con interés los escaparates con telas estampadas, especias y artesanía local. Vysotsky, por su parte, encuentra una ocupación inusual: empieza a vender alfombras. Su carisma y su arte llaman la atención al instante y una gran multitud se reúne a su alrededor.
En la realidad
La escena fue filmada El mercado de Samarcanda, situado en la calle Bibikhanum, 8. El mercado está cerca de la famosa mezquita Bibikhanum, lo que añade singularidad a su ubicación. Por un lado, está rodeado de callejuelas de arquitectura tradicional oriental y, por otro, de amplias plazas con vistas a grandes edificios históricos. Aquí se puede encontrar de todo, desde especias y frutos secos hasta alfombras y joyas hechas a mano.
Casa de la Cultura
En la película
Escena donde En el primer concierto en Bukhara, Vladimir Vysotsky lucha por subir al escenario. A pesar de su debilidad, el artista actúa con plena dedicación. Se hace un silencio tenso en la sala, todos los asientos están ocupados, el público escucha atentamente cada palabra, como si absorbiera la energía única del poeta. La gente se para incluso en los pasillos, tan grande era el interés por la actuación de Vysotsky. El ambiente está saturado de deleite y admiración sincera, y el propio artista, sobreponiéndose al dolor, regala al público momentos inolvidables que permanecerán en su memoria durante mucho tiempo.
En la realidad
La escena fue filmada en la Casa de la Cultura de Bujara. Fue aquí, en 1979, donde tuvo lugar una de las actuaciones más memorables del artista. Un dato interesante: en la película participaron personas que estuvieron presentes en aquel concierto histórico. Sus recuerdos ayudaron a transmitir la energía única de aquella época y a recuperar los detalles con la máxima exactitud. La Casa de la Cultura se convirtió no sólo en un lugar de rodaje, sino también en un símbolo del encuentro entre generaciones.
Aeropuerto de Tashkent
En la película
Escena donde Vysotsky viaja a Tashkent en compañía de Leonidov, su amigo Seva Kulagin y el médico Anatoly Nefyodov. La principal tarea de Nefyodov en este viaje es vigilar el estado del artista y organizar el acceso a medicamentos prohibidos. Sin embargo, más tarde queda claro que Nefyodov no se llevó ninguna droga. Tomó esta decisión debido al riesgo, ya que, como médico, se habría enfrentado a un castigo dos veces más severo que una persona normal si se le hubiera encontrado en posesión de sustancias ilegales.
En la realidad
La escena fue filmada el aeropuerto de la ciudad de Brest, en Bielorrusia. Se eligió este lugar para el rodaje por su arquitectura, que conservaba el ambiente de la época soviética. Amplias salas de espera características de los aeropuertos de los años 70, escaleras de hormigón e interiores lacónicos transmitían perfectamente el espíritu de la época necesario para recrear la escena de la llegada de Vysotsky.